Andratx es un hermoso pueblo turístico situado en el sur-oeste de Mallorca y formado por varias localidades. Al estar en la punta oeste de la Sierra de Tramuntana, tiene una combinación excepcional de zonas, unas con vistas a montañas y valles y otras de costa con preciosas playas mediterráneas.
Este municipio, que conserva todo el encanto mallorquín tradicional de calles estrechas y casas de piedra, tiene un alto atractivo por su entorno natural y sus galerías de renombre internacional. Acoge actualmente a 11.000 residentes, una cuarta parte de ellos de orígen extranjero.
Es uno de los pueblos más antiguos de la isla y por su localización sufrió varios ataques piratas que dieron vida a la tradicional fiesta de “Moros y Cristianos”, que hoy en día todavía se celebra en Sant Elm. Actualmente ya no se avistan velas negras en las costas, pero sí se pueden ver playas de arena blanca y agua turquesa e incluso el parque natural de Sa Dragonera.
El islote de Sa Dragonera fue el primer sitio en que el rey Jaime I de Mallorca paró para planificar la conquista en 1229 y hoy en día es un lugar perfecto para ir de excursión. Hay varios itinerarios que se pueden hacer, según lo mucho o poco que uno quiera caminar, y que llevan a unos impresionantes miradores naturales e incluso a un antiguo faro. Por supuesto, uno de los encantos de la excursión es la observación de las lagartijas autóctonas que dan al islote su nombre.
Culturalmente, el patrimonio artístico de este pueblo es significativo, con dos galerías destacadas: el Centro Cultural Andratx en la localidad de Sa Coma y el Museo Liedke, dos experiencias únicas. Por una parte, el Centro Cultural de Andratx contrasta por su exterior clásico mallorquín de piedra que recuerda a una fortificación por fuera, y por dentro alberga una gran colección de arte contemporáneo. Un plan perfecto para pasar el sábado. En cuanto al museo Liedtke, está integrado con el litoral de la isla, ideado por su diseñador Dieter Walter Liedtke, como una “escultura cerebral”. Se puede disfrutar de sus numerosas esculturas exteriores acompañado por la brisa del mar.
Económicamente, Andratx es un lugar popular por sus cultivos de árboles frutales, como naranjas, almendras, algarrobas e higos, y también por sus vinos, los conocidos vinos Santa Catalina. La pesca ya no tiene peso en su economía pero se huele la tradición mallorquina en los frecuentemente avistados llaüts, embarcaciones clásicas mallorquinas que muchos locales tienen como pasatiempo.
El mercado semanal es el miércoles y en él se puede encontrar de todo, desde frutas y verduras hasta ropa y calzado. La feria de Andratx es el primer fin de semana de abril y es el lugar perfecto para adquirir productos artesanales y autóctonos tanto de Andratx como del resto de Mallorca. En cuanto al resto del año, el pueblo tiene una mezcla de tiendas tradicionales y otras de lujo, haciendo un reflejo tanto de la población como de los turistas que acuden al pueblo. Lo mismo se puede decir de los numerosos restaurantes y bares, principalmente de comida mediterránea e italiana. Los hay a precios asequibles y otros no aptos para todos los bolsillos.
Hay unos 40 minutos desde Andratx al centro de Palma, por lo que poco tiene del barullo de la gran ciudad, pero está lo suficientemente cerca como para ir y volver en poco tiempo. El pueblo tiene todas las comodidades en deporte y ocio, contando con varios gimnasios, pubs, lugares para ir de excursión, y por supuesto destinos culturales como las galerías mencionadas anteriormente y también patrimonio histórico. Los edificios más destacables son el del ayuntamiento, muy impresionante ya que está en el antiguo castillo de Son Mas, y la iglesia de Santa Maria.
En cuanto a colegios, hay varios, teniendo opciones públicas y concertadas, como el colegio Ramon Llull de Andratx.
Andratx es ideal para amantes de la cultura que quieran descansar del ajetreo de la ciudad sin perder sus comodidades. Es un lugar multicultural y que está bien adaptado a los extranjeros que quieren encontrar un nuevo hogar en Mallorca atraídos por su clima moderado y soleado durante la mayor parte del año. Su gran patrimonio natural tanto de montaña como de playa asegura que todos puedan escoger una parte que se adhiera más a sus gustos, disfrutando siempre de localidades con el encanto tradicional mallorquín.
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